Libro el viernes: El club de los viernes

Ocho mujeres, ocho maneras de tejer la vida. Esta frase escrita en la portada fue lo que me impulsó fijarme en este libro. Ocho mujeres con historias muy distintas unidas por una fuerte amistad y una afición común. El paralelismo era evidente, se vino conmigo a casa.

De qué va:

Georgia tiene una tienda de lanas en pleno corazón de Manhattan. En ella se reúnen cada viernes un variopinto grupo de mujeres para realizar sus labores y charlar. A través de este sencillo hilo conductor se nos van desvelando las diferentes historias personales de cada una de ellas, sus logros, sus miedos, sus alegrías, sus penas... y también se nos muestra cómo se va forjando una gran amistad entre ellas a medida que se van conociendo mientras tejen. 

Todas las historias que se cuentan enganchan por sí solas: La lucha de Georgia por tirar adelante ella sola con su hija durante años,  sus sentimientos contradictorios cuando el padre de su hija quiere volver a entrar en sus vidas, la serena y madura historia de amor de Anita, el renacer de Cat cuando decide acabar con su matrimonio, la búsqueda de la propia identidad de Darwin a través del análisis de las mujeres que hacen punto y de su propia vida... 

Se cuentan muchas historias diferentes, y desde luego el libro engancha porque es muy fácil identificarse con alguna de ellas.

Algo más:

Aunque el libro es bastante pesado al principio, ya que al introducir todas las historias se produce un batiburrillo tal que es difícil saber lo que va pasando y qué es lo que tienen en común cada una de las escenas que se van sucediendo, una vez se nos han presentado todos los personajes y se nos ha puesto en situación (allá por el capítulo 5, que son unas 100 páginas) el libro adquiere un ritmo diferente, su lectura es bastante amena y es difícil no tener curiosidad por lo que irá pasando. Así que sus 440 páginas (de la edición de bolsillo) se leen muy deprisa.

Al terminar el libro pensé que no valía la pena comprar la segunda parte. No me había gustado tanto como para querer saber qué les pasaba a las chicas una vez terminada la historia. Pero he de reconocer que la editorial Maeva ha tenido una gran idea de marketing. Al final del libro nos regala el primer capítulo de El club de los viernes se reúne de nuevo, su primera secuela, y después de leerlo me entró la curiosidad por saber qué les pasaba a las chicas, así que acabé cambiando de opinión y comprándome el segundo libro.

Spoilers:

(No leas el siguiente párrafo si no quieres que te desvele detalles del libro)

Lo mejor del libro para mí sin duda es el final. A medida que se va sucediendo el libro, todas las historias evolucionan siempre en una dirección feliz. Aún tener dificultades y momentos bajos, se entrevé que todos los cambios que se van produciendo en las mujeres son positivos. Bien, pues ese no es el caso de Georgia Walker, el personaje principal, ya que en la última parte del libro enferma gravemente y tiene un desenlace muy triste.

Este final no deja indiferente y te hace reflexionar sobre la vida y el momento. Realmente me parece una manera profunda de acabar una lectura que en un principio no es más que un libro de verano o de trayectos en metro.